Mateo 7: 7 “Pedid y se os dará, buscad y hallaréis… por que todo aquel que pide…”
Hay tres ámbitos en la oración:
1. Pide (Reino carnal); aquí encontramos la batalla más grande, por que la carne odia orar y buscar a Dios, pero la carne se debe someter. La carne es el esclavo. Aquí iniciamos nuestro caminar. Sientes vergüenza y condenación. Los pensamientos son una batalla, pero entre más te quedes más te acercas a Dios. Aquí se pide.
2. Busca (alma); El alma es el mayordomo. Aquí adoras, te da hambre de buscar de Dios. Aquí hay un rompimiento entras en otra dimensión. La espera vale la pena. Tus palabras se hacen pocas, tu corazón se hace más real. Sabes que Dios existe y es bueno, le agradecemos por su misericordia. No hay condenación, reclamas las promesas y las abrazas. Aquí se desea.
3. Llama (Espíritu); Es el rey, Hay una rendición en el espíritu, se pierde la noción del tiempo, los ruidos del mundo desaparecen. Experimentas la paz de Dios, tienes la certeza de que es real. Aquí sobran las palabras, se espera. El padre canta un cantico nuevo, Jesús te usa para bendecir al mundo. Te conviertes en un instrumento de Dios, hay una entrega total.
Evidencias que tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo. Los milagros ocurren.
El discernimiento es completo. Todo lo que Dios te diga tiene éxito, por que muere la carne. Aquí perdonas. Entiendes que la calumnia es un arma utilizada para borrar tu felicidad, pero siempre la verdad triunfa. Dios derrota a tus enemigos. Los gritos son señal de debilidad, la calumnia señal de envidia, la agresividad es señal de inseguridad. Cuando reina el espíritu andas en amor. Lo que nace aquí perdura. Contemplamos la hermosura de su santidad. Tus necesidades son suplidas, no hace falta pedir por que Él ya sabe lo que tu corazón necesita.
Isaías 40:31 “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”
1 Corintios 9:27 “Sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo vengo a ser eliminado”
Salmos 42: 5 “Porque te abates oh alma mía…”
Zacarías 2:13 “Calla toda carne delante de Jehová…”
Job 38: 1 “Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo: ¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría?
Hebreos 2: 11 “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos…”
