Josué 1:8
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Si tu quieres que todo te salga bien en la vida, debes aprender a meditar en la palabra de Dios, no podemos solo repetirla sino tener la conciencia que todo lo que estamos confesando se va a cumplir realmente.
Deuteronomio 28:2-5
2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el campo. 4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. 5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. Meditar en la palabra es apropiarnos de cada una de las promesas que El Señor ya ha dejado escritas y creer fielmente que estas se cumplirán.
Proverbios 3:9-10
9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.
Todo lo que visionamos y creemos con fe así sucederá. No podemos leer la palabra de Dios solo por costumbre, sino que saber cada mensaje que ahí está escrito nos ayudará a abrir puertas a nuestro favor.
Actualmente estamos viviendo un año de plenitud, en el que vamos a entrar en una temporada que Dios abrirá puertas y nadie las podrá cerrar, pero tu debes cerrar las puertas a aquello que está en contra de Él, como el pecado, la crítica, la murmuración.
Enfócate hoy en las puertas que se abrirán a tu favor, en las oportunidades que El Señor ha preparado para ti, como la que estamos viviendo en este momento, por la construcción del Templo.
Tu no te puedes esconder de lo que Dios ya ha preparado para ti. Y es momento que tus sueños resuciten, que el propósito que estaba muerto vuelva a vivir, porque no es tiempo de tirar la toalla, sino de levantarse en mayor oración y seguir esperando por la bendición que ya el Padre ha determinado a nuestra vida.
Éxodo 19:11
11 y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí. La oración es la llave que abre todas las puertas que se han cerrado en tu vida, tener un altar ordenado, y honra te permitirá alcanzar entrar a los lugares de bendición por los que estás creyendo.
Juan 10:9
9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. Hay gente que está parado frente a una puerta que la llave no aparece y no pueden entrar, pero el Señor hoy suelta llaves sobre tu vida, por el apartamento que estás creyendo, tu vehículo, tu negocio, se te van a soltar las llaves de tu mejor temporada.
Si estás buscando una puerta y la hallas y la llave no entre mejor no insistas ahí, estás perdiendo el tiempo, las llaves de las puertas que son para ti, ya el Señor las tiene asignadas.
Hechos 3:1-3
Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. 2 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo. 3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
Hay gente que durante años se ha quedado a la puerta de algo grande, se quedaron a la puerta de ser grandes médicos, abogados, pastores, líderes, porque se acostumbraron al lugar incorrecto.
Contextualizando estas situaciones con el pasaje Bíblico anterior, hay algo que llama la atención, y fue cuando el cojo vio a Juan y a Pedro, quienes iban a entrar al sitio donde él nunca había podido entrar, porque el solo estaba enfocado en la limosna que le dieran. Mas Pedro y Juan no dándole dinero, le dieron una palabra de sanidad, y le tomaron de la mando e inmediato se le afirmaron sus pies.
Hechos 3:6-8
6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. 7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; 8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
Una palabra profética te puede levantar, y salvar del anonimato y el estancamiento, una palabra del cielo te va hacer que entres a la puerta que tienes cerca.
Cuando la palabra de Dios se lanza, te va acelerar en los tiempos, este cojo por muchos años no pudo entrar donde quiso por su condición, pero una palabra lo activó y fue sano. Así mismo prepárate porque lo que estabas pidiendo se te va a dar.
La oración, te lleva a la multiplicación, te sana y hace que entres por la puerta correcta.