1 Reyes 19:11-13 (RV60)
Él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.
12 Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado. 13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Tuve la oportunidad de enseñar el viernes pasado y El Señor me dijo “El silencio de Dios” y hoy quiero hablar con ustedes de esto.
Muchas veces escuchamos gente que nos dice que Dios les habló y a nosotros no nos dice nada y pensamos que cómo es posible que le hablemos y no nos responda.
Cuando Él está en silencio en tu vida es porque algo está haciendo, hay un tiempo de silencio en tu vida en Él que el calla, porque está trabajando a tu favor.
No te desesperes cuando en momentos de crisis Él no habla, a veces pasamos por una circunstancia y tenemos un alboroto y no escuchamos lo que Dios nos dice.
Lo mismo le pasó a Elías, y dice la palabra que Dios no estaba ni en el terremoto, ni en el viento, ni en el fuego e imagino que Elías estaba esperando que Dios se hiciera presente y dice la Palabra que en un silbido suave y apacible Dios le habló. Cuando tu circunstancia es tan alta no puedes escuchar a Dios, pero Él está ahí.
En medio de la crisis parece que Dios no nos habla, parece que le habla a todo menos a mí, pero en medio de la prueba Él necesita que tú seas formado.
De pronto tu eres de las personas que han pensado que Dios se ha olvidado de ti, pero Dios no se ha olvidado y aun en medio de Su silencio Él te está hablando pero debemos estar dispuestos a escucharle.
Les cuento una historia de un pueblo donde estaba Jesús en una cruz y llegó alguien y le dijo “Yo quiero tomar tu lugar” y el Señor le dijo “cambiemos, con una condición: que pase lo que pase, que veas lo que veas guardes silencio”.
Y así pasó y la gente pasaba y le hablaba, un día llegó un hombre rico y dejó olvidada la cartera y el ermitaño no dijo nada, luego entró un hombre pobre y encontró la cartera y se la llevó, luego entró un joven marino que iba a un viaje y cuando está orándole, entra el hombre rico y le grita “ladrón” y el hombre rico agarró a golpes al muchacho y se escuchó una voz potente del cielo que dijo “¡detente!”.
Cuando todos se fueron, Jesús le dijo “bájate de mi lugar”, el hombre rico que dejó la cartera iba a pecar con una joven, el hombre pobre necesitaba el dinero y el marinero que estaba siendo golpeado, si hubieras permitido que siguiera sucediendo no se hubiera ido y no se hubiera ahogado.
Cuando creemos que la voluntad perfecta de Dios se está cumpliendo en nuestras vidas, entonces todas esas cosas que parecen malas la Biblia dice “que nos sirven para bien”.
Aun en Su silencio, El Señor está haciendo algo poderoso para tu vida, Él prometió que no te iba a dejar y Él está ahí.
Razones por las que Dios guarda silencio:
1. Por amor: Cuántas veces nos pasa con alguien que amamos en lo natural y que nos dice algo que sabemos que no es correcto, pero por amor callamos.
Sofonías 3:17 (RV60)
“Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos”.
Su silencio está cargado de amor para ti, piensa en las veces que Dios no te ha dado algo porque te está guardando y salvando de algo. Un “No” de Dios a largo plazo, termina siendo un “Sí”. Él es quien conoce lo que pasará en este presente y en el futuro. Quienes tenemos hijos sabemos que aunque en el momento ellos no entienden nuestras decisiones, nosotros queremos lo mejor para sus vidas.
2. Por pecado: Cuando hay pecado no podemos escuchar a Dios, aun cuando Dios esté, la comunión se rompe. A veces queremos que las cosas cambien, pero primero debemos alinear las cosas. Hoy ahí a solas con tu padre vas a pensar en qué cosas son las que no permiten que escuches la voz de Dios.
Isaías 59: 2 (RV60)
“pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”.
Salmo 66:17-19 (NTV)
“Pues clamé a él por ayuda, lo alabé mientras hablaba.
18 Si no hubiera confesado el pecado de mi corazón,
mi Señor no me habría escuchado.19¡Pero Dios escuchó!
Él prestó oídos a mi oración”.
Si tu hoy reconoces que el motivo por el que El Señor se ha quedado callado en tu vida es por pecado, arrepiéntete y Él te escuchará.
3. Por desobediencia: Cuando desobedeces una instrucción de Dios no vuelvas por otra. Muchas veces El Señor da palabra y nos dice cosas pero no hacemos caso. El Señor se quedó callado por mucho tiempo con el pueblo de Israel porque fueron desobedientes. Quizá hoy no escuchas a Dios porque le has desobedecido una instrucción que te dio.
A veces Dios nos da instrucciones y las acomodamos a nuestra sabiduría, pero el que mejor sabe cómo y qué funciona en tu vida es Él y cualquier cosa fuera de fecha puede dañar tu proceso y el resultado que Él quiere para ti. Si Él cerró una puerta no la abras porque no sabes si es para tu conveniencia.
Tú estás protegido de parte de Dios cuando estás en Su voluntad perfecta, pero en Su voluntad permisiva cualquier cosa puede pasar. Pero si tu alineas tu vida a la voluntad perfecta de Dios hay restauración.
Isaías 42:14 (RV60)
“Desde el siglo he callado, he guardado silencio, y me he detenido; daré voces como la que está de parto; asolaré y devoraré juntamente”.
El Señor guarda silencio por la desobediencia, a veces parece que Dios nos habla a retazos, vas por una instrucción la obedeces y vas por otra y la obedeces también, ¿por qué? porque si vamos donde Dios y nos dice todo lo que tenemos que cambiar en nuestra vida, no lo aceptamos, Él va de poco a poco. Dios necesita que le obedezcas, sino seguirás escuchando el silencio de Dios.
¿En cuántas áreas Dios te ha hablado?, te ha dado instrucciones y no has obedecido.
4. Porque Él trabaja a nuestro favor en el silencio: A veces pensamos que Él no hace nada, pero cuando le has obedecido Él trabaja por ti.
Isaías 30:15 (RV60)
“Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis”
Isaías 55:8- 9 (RV60)
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”.
El Señor puede ver más que tú y Sus caminos son más altos que los nuestros.
Jeremías 29:11 (RV60)
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
El Señor está haciendo algo. Él le habló a Noé del arca y se calló mucho tiempo, pero Noé sabía que El Señor le iba a cumplir. En medio del silencio, Dios está ahí.
5. Porque en el silencio Él nos forma: Dios necesita ver como reacciono cuando hay un “NO” para mi vida y cuando dice “eso no te lo voy a dar” y dependiendo del carácter y tu actitud Él te dará más.
¿Qué pasa cuando Dios te dice que no? ¿Qué actitud tomas tú? Cuando nuestros hijos reaccionan con madurez al no darles permiso para hacer algo, su reacción hace que nosotros queramos darle el permiso, esto es en lo natural, en lo espiritual cuando Dios ve que reaccionamos con alabanza y acción de gracias cuando no veo las promesas de las que Él ha hablado para mi vida, nuestra madurez nos lleva al cumplimiento de esas promesas. Cuando no lo recibes es porque no estás listo, porque Él ve cómo reaccionamos.
2 Corintios 12:9 (RV60)
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”.
Él necesita saber si estás listo para recibir las promesas de Su parte, si quieres probar el carácter de alguien; quítale algo que le has dado.
Tal vez en tu vida a habido silencio por amor a ti, porque hay cosas que debes alinear, por desobediencia, porque Él está trabajando a tu favor o porque Su silencio está formando tu carácter.
Pero si tu confías Él está trabajando a tu favor, aun cuando no lo veas y si es por desobediencia, pídele perdón, obedécele y alinea tu vida a Su voluntad.
En quietud y reposo viene tu sanidad, tu restauración y verás la gloria de Dios sobre tu vida y tu familia, porque Sus planes son de bien y no de mal, para darte un fin glorioso y por eso cuando no veo es porque no es el momento de Dios y por eso en medio de la crisis, yo lo adoro, lo alabo y entonces comenzaré a escuchar Su voz y Él nos dará las estrategias.
Hoy es tiempo de decir “háblame Señor que yo te escucho y además es tiempo de obedecer a Él”
El Señor NUNCA deja nada a medias, “déjame trabajar y tu verás la salvación completa en tu vida” te dice El Señor, “yo he estado ahí, te he dado fuerzas para seguir adelante y vas a ver con tus ojos naturales lo que has visto con tus ojos espirituales”.