Nuestro Ministerio
Bienvenido a nuestra Iglesia.
Conoce los detalles de nuestro Ministerio, su historia, fundación, Pastores y visión.
Somos una Iglesia de Familias.
Levantar familias que amen y sirvan a Dios, ha sido el principal motor de nuestro ministerio. Por esta razón, pensamos en nuestras generaciones: niños, jóvenes, adultos y ancianos apasionados por la Presencia de Dios, con fuego para servirle cada día de sus vidas. Sabemos que Dios ha depositado un tesoro en cada familia, pues han sido escogidas para mostrar Su gloria y poder aquí en la tierra.
Nuestra Visión
Establecer familias sobre el firme fundamento de la Palabra de Dios, para así alcanzar su máximo potencial en cada área de sus vidas con espíritu de excelencia.
Nuestra Misión
Ríos de Vida es un ministerio cristiano reformador que desarrolla discípulos a través de la Palabra de Dios, para influenciar la familia y las naciones.
Nuestros Pastores, Miguel y Ma. Paula Arrázola.
Los Pastores Miguel y Ma. Paula Arrázola una vez finalizados sus estudios universitarios y sus estudios bíblicos en el centro de entrenamiento bíblico CEBCO y luego de haber unido sus vidas en matrimonio, viajaron a los Estados Unidos para estudiar en Rhema Bible Training Center en Tulsa Oklahoma recibiendo el titulo de teólogos, en 1995.
Posteriormente Pastor Miguel se graduó del instituto bíblico Haggai en Singapur en 1998 y complementaron sus estudios a través del centro de estudios ministeriales CIEM en Guatemala con el Pastor Cash Luna en 2008.
El primero de julio de 1998 fundaron la Iglesia Cristiana Ríos de Vida en la ciudad de Cartagena, Colombia, una iglesia de más de 15.000 miembros, con más de 2.500 líderes, y más de 900 Casas de Vida distribuidas en toda la ciudad.
Son orgullosos padres de dos hijos, Miguel Esteban y Samuel José.
Estamos construyendo un templo para el Señor.
Construir es una ardua tarea pero de la mano de Dios, lo lograremos este año. Los Pastores Arrázola en trabajo conjunto con este gran equipo de Construcción, hacen todo este procedimiento de planeación para que todos permanezcamos informados sobre el proceso de edificación y que entendamos que no solo se construye con buenos deseos, también con nuestros aportes.
Con la construcción del Templo le estamos diciendo sí al sueño de Dios.
