Aprendimos que nuestra identidad no está determinada por la genética, nuestros antepasados o padres, sino que está escondida en el Señor. El diablo ya no tiene autoridad sobre nosotros, nuestra genética cambió, y ahora tenemos una identidad especial, la identidad de Hijos de Dios, por lo cual hacemos válidas todas las promesas que el Padre ha decretado sobre nuestras vidas.
Lost El Encuentro selló el proceso de sanidad de 12 pasos, estamos seguros que el liderazgo de nuestra iglesia entró a un nuevo nivel de comunión, libertad y revelación, que nos llevará a tener una vida de completa santidad y consagración al Señor.