Hebreos 11:29-31 (RV60)
29 Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados.
30 Por la fe cayeron los muros de Jericó después de rodearlos siete días.
31 Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
El inquebrantable número uno de la historia fue Jesús, se levantó con valentía, siendo radical ante los gobernantes de esa época, aunque era Dios, obedecía la ley, pero sabía que debía estar firme con una sola verdad, por eso Jesús fue relevante en la historia, el líder que fue en contra de todo pronóstico, que aunque no abolió la ley, permaneció por medo de la gracia, y hoy, gracias a Su sacrifico, somos justificados.
La historia de Rahab la conocemos, la Biblia dice que era una ramera. Si miramos la historia, entendemos el concepto de la carta a los hebreos, nuevos cristianos que se convirtieron en una época de persecución y pruebas, este es un libro de ánimo, donde el autor anima a los creyentes a no caer, a no darse por vencidos, porque en ese tiempo no era fácil predicar del evangelio y decir que Jesús es el Señor. Al mirar nuestra historia, notamos que no es nada diferente, ha habido persecución, han matado cristianos, y aunque hablan en contra nuestra, podemos hablar con libertad de Jesucristo.
En ocasiones sucede que al recibir una palabra nos emocionamos, pensamos que vamos a golear al infierno, pero la realidad es que te sientes lejos y distante de Dios, probablemente por las circunstancias de la vida y lo que te ha tocado pasar, no te ha resultado nada; quizás esa es tu posición hoy, comenzaste el año pensando que sería el mejor y resultó ser uno de los peores, es ahí donde entra al fe, la palabra fe en el griego significa persuadir, es decir, el Dios todopoderoso está haciendo todo lo que esté a Su alcance para que tú cambies de opinión.
Rahab está en el pasillo de la fama de la fe, junto a grandes hombres de Dios, esta mujer estaba en las murallas de Jericó, era una ramera, pero vemos que la fe, la persuasión de nuestro padre celestial, llegó a esta mujer, al punto de que cambió la historia de su familia por completo. No hay diferencia entre esta mujer y nosotros, muchas veces nos sentimos como ella, y poco a poco sin darnos cuenta creamos un muro en nuestra mente que nos aleja de la realidad de nuestro padre celestial, culpamos a Dios de que nuestra vida esté mal, que no hayamos podido recibir buenas noticias. A pesar de esto tienes que saber que aunque este no ha sido el año que esperabas, sino que ha sido un año de dolor, está la fe. Afuera la gente no entiende lo que te sucede, pero lo que estás haciendo es crear muros para que nada te dañe, pero este muro te impide ver a Dios y te hace sentir como si Dios no existiera; pero por medio de la fe, Dios va a hacer todo lo que pueda para hacerte cambiar de opinión. En tus fuerzas no te podrás convencer de que todo está bien, pero nuestro padre celestial es inquebrantable, no se quiebra, aunque dudamos de Él y nos queremos alejar, Él está ahí.
Quizás te sientes sin valor, sin fe y sin esperanza, pero estás siendo persuadido con esta palabra. Una persona que era prostituta cedió a la persuasión del Señor y cambió la historia de su familia, cambió la línea genética.
¿Por qué Dios no le cambió el nombre a Rahab?, quizás a ti, igual que ella, te conocen como el fracasado, pero aunque en la tierra no cambien tu nombre, tu historia está a punto de cambiar por tu padre celestial.
Quizás no estás tendiendo momentos fáciles, pero el Señor está esperando que cedas por su amor. Rahab fue inquebrantable porque decidió seguir al Dios de Israel, decidió seguir a la persuasión de nuestro padre celestial. No sé qué muros has creado, Dios no le teme a tus muros, Él hará lo necesario para escalar tu muro y escalarte.
Los muros que usaste para escaparte del Señor, los usarás para escalar y llegar a un nuevo nivel.
