Hoy día existen muchos cristianos místicos, que todo lo cuestionan o dudan, pero esto no es de Dios, no hay que cuestionar las cosas, sino obedecer lo que Dios te dice. Por ejemplo David, mató a un gigante que era diez veces más grande que él, siendo un adolescente, no tan listo, porque sabía en el Dios que creía.
Dios tiene un Goliat preparado para ti también, y Goliat es solo práctica. Hoy en día a la Iglesia vienen muchas personas que no quien tener una responsabilidad con el evangelio. La mayoría de enseñanzas se enfocan en cómo atraer a una audiencia, que hay que tratar a la gente como si fueran clientes, que no los ofendan sino que les den una experiencia agradable. Pero no estamos en el reino mágico de disneylandia, tenemos que enseñar el
mensaje del evangelio tal como es.
Hoy tienes que matar lo que no le agrada Dios, sepultarlo y resucitar tú en una nueva persona. Hay dos cruces en la vida, la primera, la que Jesús cargó y murió, y la segunda es la que tu tienes que morir a ti mismo.
La Iglesia se convierte en lo que canta, si tus cantos son de bebé así será tu mentalidad, por eso debes cantar canciones de victoria, porque todo lo que tu cantes va a ministrar tus emociones.
Tu puedes enseñar lo que sabes, pero solo reproduces lo que eres, puedes cantar lo que sabes, pero solo reproduces lo que oyes. David fue el primer joven en matar a un gigante tan masivo. Lo que provocó a los demás guerreros de Israel que también pudieran hacerlo.
No puedes explicar cómo es que las promesas de Dios se manifiestan, porque es en lo sobrenatural. Por eso como hijos de Dios muchas veces somos atacados, porque la gente no entiende lo sobrenatural de Dios. Lo sobrenatural tan solo se manifiesta al creerle a sus promesas, y Dios las hace disponible a todo mundo, sin falta, sea rico o pobre, sin distinción de raza o tez.
Cualquiera que sea tu destino profético, Dios te va a mandar lo contrario para que lo conquistes, ya que tu fe es llevada a nuevos niveles durante estos procesos. Y es con el fin de desarrollarte y madurarte. Ejemplo de esto fue David, Samuel lo ungió, pero Goliat lo hizo rey, nadie hubiese notado a David sino hubiese matado a Goliat.
Tu naciste para guerrear y conquistar. En las escrituras, los apóstoles y profetas siempre eran socios de edificaciones, porque su mayor enfoque era expandir el Reino de Los Cielos. Los pastores cuidan de las ovejas, están pendientes de ellas, pero lo apostólico y profético debe estar presente en las Iglesias, porque si solo se enfocan en lo pastoral, se convierten en Iglesias egocéntricas, ya que las palabras de estos dos ministerios son más
fuertes sin temor de enseñar tal cual es el evangelio. El mayor enemigo a los apóstoles y profetas son los pastores y maestros porque reniegan que la palabra es muy fuerte, con presión.
No basta con que tus pastores entablen experiencias con Goliat, tu debes tener las tuyas. Hoy en día hay muchas enseñanzas Bíblicas que no son espirituales, te comparten los principios pero sin el poder y la presencia de Dios. Mejor es tener menos principios pero más presencia, porque se requiere tener el poder y la presencia para cumplirlos.
Si tu estás en el ministerio, y ya te cansaste de pelear, tu ministerio quedó acabado, ya no tienes ministerio. Si te cansas de lidiar con tanta gente y sus dolores, tu ministerio quedó borrado. Por eso es que los ministros y cristianos tienen que ser renovados de continuo, no a través de la motivación, sino a través de una visitación sobrenatural.
No puedes matar a Goliat sin tener experiencias sobrenaturales, y El Señor te las quiere dar. Ahora bien, nunca confundas lo sobrenatural con lo espectacular. No pretendas recibir en un congreso de cinco días lo que has debido hacer durante todo el año, recibiendo tu pan diario con la comunión del Señor.
Si recibes una palabra profética, pero no eres espiritual jamás se llegará a cumplir, porque se requiere que te mantengas en comunión con el Espíritu para que se materialice. Dios anhela desatar milagros diarios y cotidianos en tu vida.
Solo aquello que estés dispuesto a dar es aquello que se te permite quedar. Dios hoy te está invitando a que no te canses de pelear, sino que sigas conquistando. Jamás lograras alcanzar tu destino si estás en la Iglesia equivocada. Si no te propones dejar un legado cuando tu vida termina, entonces ya ha terminado, lo único con lo que tú te quedas es lo que estás dispuesto a dar.
Hoy Dios te está llamando a que no te canses, a que te levantes, y que no solo pelees por ti sino por todas tus generaciones.