Isaías 55:1 (RVR)
“A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche”.
En el nuevo Testamento se tenía la concepción de que el banco era la Iglesia. La gente recibía una palabra el domingo, prosperaba y traía sus ofrendas a la Iglesia como resultado de sus negocios. Antes no había un sistema banquero.
En los Evangelios Jesús nos dice:
Mateo 6:19 (RVR)
“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;…”.
En los tiempos de antes, los Pastores predicaban que el sistema económico mundial era Babilonia, lo cual es cierto. Pero el sistema nos agobio tanto a la Iglesia, que ahora tenemos que depender de los bancos. De hecho, el vaticano no usa bancos exteriores, ellos tienen su propio banco, precisamente para no ser oprimidos por el sistema económico mundial.
Mateo 6:19 (NTV)
“No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban”.
Jesús en este verso nos invita a no acumular y acumular en vida, sino a hacer tesoros en el cielo. Yo creo en el poder del ahorro, pero creo más en el poder de la siembra.
Filipenses 4:10 (RVR)
“¡Cuánto alabo al Señor de que hayan vuelto a preocuparse por mí! Sé que siempre se han preocupado por mí, pero no tenían la oportunidad de ayudarme”.
El apóstol Pablo fue el fundador de muchas Iglesias y estas Iglesias se olvidaron de él. Como la persecución llegó a la vida de Pablo, la honra de sus Iglesias hacia él había mermado. Sus discípulos le estaban dando los diezmos y ofrendas a otros apóstoles, ignorando que la persecución es la señal de que Dios está contigo.
Filipenses 4:11-12, 17 (RVR)
“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”. 17“No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta”.
Muchos nos hemos sentido que sembramos y sembramos pero que Dios no nos ha respondido. Pero, ¿saben por qué? Porque hemos estado mirando la cuenta incorrecta, porque el verso 17 de Filipenses 4 no nos habla de nuestra cuenta terrenal, sino de nuestra cuenta celestial.
Jesús en Marcos 10:29-30 dice “De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna”.
Nosotros no tenemos que busca los frutos de nuestras dádivas en nuestra cuenta bancaria, sino en nuestra cuenta celestial.
Filipenses 4:17 (SNVI)
“No digo esto porque esté tratando de conseguir más ofrendas, sino que trato de aumentar el crédito a su cuenta”.
Pablo entendió lo que muchos de nosotros no entendemos aún.
Filipenses 4:19 (RVR)
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”.
Quien dice que nos va a prosperar es Dios y conforme a Sus riquezas en gloria. Entonces, tus riquezas son conforme a Sus riquezas en gloria en los lugares celestiales. Por eso lo que tú debes hacer es retirar efectivo de los cielos.
Hechos 10:1-2 (RVR)
“Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, 2piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre”.
Todo lo que tú das, sube a los cielos y allá no hay intereses; Dios todo lo multiplica 100 veces más.
Efesios 1:3 (RVR)
“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,…”.
El problema es que sabes manejar tu cuenta en la tierra, pero no tienes idea de cómo manejar la del cielo a pesar de que eres un dador generoso. Tú no eres pobre, ¡tú eres rico! No solo suben al cielo nuestras oraciones, también suben nuestras ofrendas.
Salmos 20:1-3 (RVR)
“Jehová te oiga en el día de conflicto; el nombre del Dios de Jacob te defienda. 2Te envíe ayuda desde el santuario, y desde Sion te sostenga. 3Haga memoria de todas tus ofrendas, y acepte tu holocausto”.
Entonces, ¿cómo hacemos para retirar el efectivo de esa cuenta celestial?
- Teniendo fe y obediencia: El primer indicador de que una persona tiene fe es la obediencia a Dios.
- Escuchar la voz del Espíritu Santo: Toma decisiones financieras en la tierra escuchando únicamente la voz del Espíritu Santo. Tenemos que entender que todo lo que el Padre le dice a Jesús, el Hijo, en el cielo, el Espíritu Santo nos lo sopla (1 Corintios 2:9). Entonces, si no sabes escuchar la voz de Dios, ¿cómo vas a invertir? Cuando tú oyes a Dios, Él te dice cómo, dónde, cuándo y por qué. Sin comunión con Dios vas a vivir fracasos financieros.
No podemos reclamar lo que no hemos dado. Pero una vez hemos dado, debes oír que es lo que Padre y el Hijo hablan, para que el Espíritu Santo te diga qué es lo que tienes que pedir, porque Dios es quien te da el poder para hacer las riquezas.
Tú necesitas a un sacerdote para que tus ofrendas suben, porque lo único que sube es lo que le das a Dios a través de un hombre de Dios. En el desierto al pueblo de Dios no le faltó nada; de mañana llovía maná y luego los inundó con codornices.
El dinero no es para acumularlo, sino para enviarlo al cielo antes de irte allá. ¿Qué es lo que Dios te ha dicho que inviertas? Siempre debes tener un record de lo que das en la Iglesia a Dios para saber qué puedes pedir. Si escuchas a Dios te va a decir con quién, cuándo, donde, en qué y por qué. Él te da la estrategia y nunca vas a estar en bancarrota.
Filipenses 4:19 (RVR)
Lo que te falta es porque lo has dado, solo te resta escuchar la voz de Dios y mirar dónde invertirlo. Tú no vas a ser pobre, vas a comprar sin dinero y Dios te va a respaldar en todas las decisiones, pero tienes que saber andar por fe, por obediencia y por escuchar la voz de Dios.
A todos aquellos que dependen de las ventas les digo de parte de Dios: Dios te esta dirigiendo los peces a tu negocio, a tus caminos, porque Lucas 6:38 dice “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”. Así que di conmigo: Dinero de Dios viene a mi vida, en el nombre de Jesús.
Yo siento declararte hoy que Agosto es el mes en que Dios te triplicará lo que has dado. Hay una serpiente que está buscando tu Edén, tu hogar, tu sociedad, tu liderazgo y yo declaro hoy en el nombre de Jesús, que esa serpiente no te va a picar a ti. Que esa tercera voz satánica que está en tu huerto no te va a picar ni va a tener efecto en ti. Declaro que esa serpiente antigua, satanás, no hará que te divorcies, que te separes de tus socios, no hará que en tu empresa te vaya mal, no causará división en tu casa. Todo eso es una obra satánica que quiere estropear tu vida y desanimarte, pero yo la piso hoy con la sangre de Jesús y la echo fuera, en el nombre de Jesús.
Toda persona que te quiere sacar del plan de Dios para tu vida, ¡la reprendo! Dios te ha dado las herramientas para prosperar en este tiempo. Yo siento que en estos 4 meses del año que quedan, Dios va a voltear la torta. Nos levantamos en contra de todo obstáculo que se ha levantado en contar de tu vida para bloquear tu bendición, en el nombre de Jesús.
En toda despedida siempre está Dios. Hay cosas que hasta hoy te sirvieron, tú tienes que seguir adelante, hacia lo que Dios quiere para tu vida. Este es un tiempo para escuchar al Espíritu Santo como nunca antes, ¡que Dios destape sus oídos espirituales! Porque has estado escuchando a las personas incorrectas y por eso no prosperas. Estás haciendo las cosas en tus propias fuerzas, con tu propio entendimiento, apoyándote en tu propia prudencia cuando el consejo de Dios supera por mucho el consejo de los mejores hombres.
Dios me dice que va a abrir puertas tan grandes para tu vida que ningún diablo ni nadie podrá cerrar, porque no tienen la fuerza ni el poder para hacerlo.
Toda agenda satánica que el infierno tenía preparada para agosto en contra de tu vida y tu familia, se cancela, se anula, se derriba, se destroza en el nombre de Jesús.