La persona más importante en mi vida es el Espíritu Santo. Una de las oraciones que yo he hecho desde ya hace algunos años es que no me quiero ir a la eternidad sin haber tenido una relación personal con el Espíritu Santo.
Cada uno de nosotros podemos disfrutar del Espíritu Santo como nuestro intercesor. A veces la vida logra que te sientas cansado, abrumado y que no entiendas muchas cosas. Pero hoy el Señor te dice que aunque tu padre y tu madre te dejen, Él no te abandonará (Salmos 27:10).
Muchas veces hacemos sentir mal al Espíritu Santo porque estando Él con nosotros, decimos sentirnos solos. Yo oro que el Señor pueda revelarse a nuestras vidas hoy. El Espíritu Santo sí se puede sentir, Él es tangible. Él siempre está orando por ti, porque Él es tu intercesor.
Pero, ¿qué es interceder? Interceder es hablar con alguien a favor de otra persona para conseguirle un bien o librarlo de un mal. El Espíritu Santo tiene una categoría de Dios, Él no es la tercera persona de la trinidad, ¡Él es Dios! Y Él quiere que le conozcas y te enamores profundamente de Él.
Pensando en esta jerarquía que el Espíritu Santo tiene, podemos entender perfectamente la definición de interceder. Él está constantemente intercediendo por nosotros, pidiendo que se nos haga bien o que no se nos haga un mal.
Pero, ¿por qué debemos considerar al Espíritu Santo como nuestro intercesor?
- Porque tú eres en verdad la niña de los ojos de Dios
Deuteronomio 32:9-10 (NTV)
“Pues el pueblo de Israel pertenece al Señor; Jacob es su posesión más preciada. 10Él lo encontró en un desierto, en un páramo vacío y ventoso. Lo rodeó y lo cuidó; lo protegió como a sus propios ojos”.
Tú eres lo más preciado para el Señor. Si crees que no mereces las bendiciones de Dios es porque no sabes quién eres: Tú eres la niña de los ojos de Dios, eres Su especial tesoro y así te cuida el Espíritu Santo.
- Porque está comprometido con tu protección
Tú no estás desprotegido, tú tienes ángeles que Dios ha enviado para protegerte y también tienes al Espíritu Santo que te cuida siempre.
Deuteronomio 32:11-12 (NTV)
“Como un águila que aviva a sus polluelos y revolotea sobre sus crías, así desplegó sus alas para tomarlo y alzarlo y llevarlo a salvo sobre sus plumas. 12El Señor, él solo, lo guió; el pueblo no siguió a dioses ajenos”.
El Señor se compara en este verso con un águila, un ave que produce miedo, que es intimidante por su gran tamaño y que cuando debe cuidar a sus polluelos, los lleva a la roca más alta para que sus depredadores no los puedan alcanzar. Así nos cuida el Espíritu Santo y nos mantiene ocultos en Su Presencia, despliega sus alas para cuidarnos y protegernos.
El Espíritu Santo se ha asegurado de esconderte en un lugar donde tus enemigos no te puedan tocar y donde la enfermedad, la miseria, la depresión no te pueden alcanzar. ¡Y tú no tienes que hacer nada! Porque es Él quien lo hace por ti.
- Porque Él quiere que experimentes éxito y provisión fuera de lo común
El Espíritu Santo está obsesionado con bendecirte y proveerte sobrenaturalmente.
Deuteronomio 32:13-14 (NTV)
“Él lo dejó cabalgar sobre tierras altas y saciarse con las cosechas de los campos. Lo nutrió con miel de la roca y con aceite de oliva de los pedregales.
14 Lo alimentó con yogur de la manada y leche del rebaño, y también con la grasa de los corderos. Le dio de los mejores carneros de Basán y cabras, junto con el trigo más selecto. Bebiste el vino más fino, elaborado con el jugo de las uvas”.
Estos versículos están hablando de provisión sobrenatural. El Espíritu Santo está obsesionado con bendecirte, prosperarte y abundarte en favor y gracia. Hoy decide recibir la gracia y el favor sobrenatural que el Espíritu Santo de Dios derrama sobre tu vida.
- Porque Él conoce los deseos del Padre hacia ti
1Corintios 2:9-10 (NTV)
“A eso se refieren las Escrituras cuando dicen: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman». 10Pero fue a nosotros a quienes Dios reveló esas cosas por medio de su Espíritu. Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios.
Lo que tu ojo no ha visto, lo que tu oído no ha escuchado, lo que tu mente no ha entendido, el Espíritu Santo ya lo vio, ya lo oyó, ya lo entendió y te dice: ¡No tengas miedo! ¡Este tiempo será bendecido, de puertas abiertas, de la gracia y favor de Dios sobrenatural, y así será siempre! Tu ojo no lo ha visto, tu oído no lo ha escuchado, tu mente no lo ha entendido pero tu intercesor ya lo vio, ya lo oyó, ya lo entendió y te dice: ¡No tengas temor! ¡Pide lo que quieras!
Pide por tu casa, pide por tu carro propio, ¡Él ya lo vio! Pide por tu hijo, el Espíritu Santo ya lo vio, Él está intercediendo por ti. No tengas miedo, tu futuro es brillante, glorioso, tanto que tus enemigos se van a tener que poner gafas con ultra filtro solar, porque van a quedar enceguecidos y aturdidos de la gran bendición que vendrá sobre ti.
El Señor me dice “Todos pueden ser bendecidos, pero no todos pueden ser recompensados”. Y el Señor te dice hoy, Ríos de Vida: No solo serás bendecida, ¡serás recompensada! ¡Viene recompensa para ti! No tengas miedo, tu intercesor ya vio, ya oyó, ya entendió los secretos del cielo. Él ya vio lo que viene para ti. No tengas miedo, descansa sobre Sus alas porque Él te está protegiendo.
- Porque te revela los deseos del Padre te sean revelados
1Corintios 2:12
“Y nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios (no el espíritu del mundo), de manera que podemos conocer las cosas maravillosas que Dios nos ha regalado”.
Para mí el Espíritu Santo es quien nos cuenta qué está pasando en el cielo, nos habla sobre los planes del cielo e intercede por nosotros, porque los secretos del Padre nos son revelados a través de Él.
Que nunca se te olvide que tu secreto sea el secreto. Si no tienes lo que deberías tener es porque no has ido al secreto a preguntárselo al Espíritu Santo, pero si te pones de rodillas, Él te va a contar los planes que Dios tiene para ti.
Salmos 16:2 (NTV)
“Le dije al Señor: «¡Tú eres mi dueño! Todo lo bueno que tengo proviene de ti»”.
Todo lo bueno que tenemos proviene de Dios (Santiago 1:17). Dios es bueno y quiere lo mejor para nosotros.
- Porque es nuestro intercesor personal comprometido diariamente
Romanos 8:26 (NTV)
“Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras”.
Tú no necesitas ser fuerte sino sometido al Espíritu Santo, porque Él nos ayuda en nuestra debilidad. Muchas veces no sabemos que pedirle a Dios, pero el Espíritu Santo nos ayuda a orar con gemidos que no pueden expresarse con palabras.
- Porque está de acuerdo total con los deseos y la voluntad del Padre hacia mí
Romanos 8:27 (NTV)
“Y el Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el Espíritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonía con la voluntad de Dios”.
Hace 25 años yo recibí la revelación de qué era hablar en el Espíritu y te la voy a compartir de la misma manera como Dios me la compartió en ese tiempo: El Espíritu Santo siempre está presente cuando estamos orando pero hasta que no le pedimos ayuda, Él no interviene. Al hacerlo, Él nos va llevando por el desarrollo de nuestra oración y cuando intentamos salirnos, Él nos dice ¡No! Que no pares, hasta que haya una canción de victoria en tu corazón, porque solo hasta entonces sabrás que terminaste de orar en el Espíritu.
Ora en lenguas todos los días, para edificar nuestra santísima fe. No tienes que gritarlo, puedes hacerlo en voz baja pero ¡hazlo! Edifica tu santísima fe y recibe la ayuda que necesitas de parte de Dios.
- El Espíritu Santo nunca te dejará solo en las tormentas de la vida
Yo sé que a veces parece que estuviéramos solos, que es injusto lo que vivimos pero, ¿sabes qué? Dice Juan 14:16 que “Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Abogado Defensor, quien estará con ustedes para siempre”.
Tienes un abogado que te va a defender todos los días de cualquier situación. Tienes un abogado, un intercesor que se llama el Espíritu Santo de Dios. Él sabe exactamente lo que necesitas, lo que te conviene; cuándo, cómo, dónde, con quién tienen que suceder las cosas para que obtengas la victoria que Él te ha prometido. Él es el Espíritu Santo, nuestro intercesor.
Dile hoy perdóname por ignorarte, porque en la oración mencionamos mucho al Padre y a Jesús, pero poco al Espíritu Santo. Pídele perdón por no pedirle Su ayuda y dale gracias por ser tu Intercesor.