Lucas 2:1-16 (RV60)
1 Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado. 2 Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria. 3 E iban todos para ser empadronados, cada uno a su ciudad. 4 Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; 5 para ser empadronado con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta. 6 Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
7 Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Los ángeles y los pastores 8 Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. 9 Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. 10 Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: 11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. 12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. 13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 14 !!Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! 15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. 16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17 Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño.
Tal vez en este año muchas cosas que te propusiste no llegaron a cumplirse, y tiendes a deprimirte o a cuestionar a Dios preguntándole que ha pasado. Pero, esta es una época en la que hay que estar es en familia, en unidad, no para congoja ni tristeza, es una época para celebrar porque todo lo que hemos logrado hasta hoy, ha sido con la ayuda del Señor.
Quizás las expectativas que has tenido no se han cumplido, por ejemplo María, quizás su expectativa era casarse y tener su hijo dentro del matrimonio, pero fue escogida para traer al Salvador al mundo. Junto con José fueron pacientes en cumplir el plan que Dios había elegido para ellos. Tal vez Belén no era un lugar al que tenían pensado ir, ni llegar en un burrito, y no encontrar una casa digna para recibir al hijo de Dios. Pero encontraron un pesebre porque ese era el plan de Dios, ya que Él se hizo pobre, para que nosotros fuéramos enriquecidos.
A veces parece que todo está bajo el control de Dios, y llegan cosas inesperadas, pero tú no sabes que Dios va hacer en tu vida, porque tu vida ya estaba escrita antes que nacieras. Los planes y propósitos de Dios son eternos. Jesús nació en un pesebre, pero al cabo de su nacimiento vinieron los reyes y trajeron presentes, porque lo que querían era adorarle. En la adoración y la alabanza está tu milagro. El regalo más grande que puede llegar a tu vida es tu salvación, y la de tu familia. Muchas veces nos afanamos por tantas cosas insignificantes que no lo ameritan, y El Señor nos enseña que no estemos afanados por nada, porque cada día trae su propio afán. Dios conoce por todas las situaciones en las que tú estás pasando, quizás no ha sido el mejor año que has vivido, pero aún no se ha acabado, y Dios puede sorprenderte.
Hay personas que quizás se afanan por qué se van a vestir para navidad, dónde se van a reunir, y de último piensan en el Señor, pero él es quien debe ser primero en nuestra vida, porque cuando tú lo pones de primero él va a honrar tu vida también.
Cuando tú piensas que no hay nada, ya Dios está trabajando por ti, todos nuestros día están preparados por El Señor. Así que mejor en vez de estar preocupado por cosas insignificantes, preocúpate por servirle a Dios. Dios tiene para cada uno, un propósito y un plan perfecto, todos nuestros tiempos ya los tiene el Señor programados. No te canses de seguir adelante, de servirle al Señor, porque eso es lo mejor que nos puede pasar.
Aunque tus expectativas no se hayan llenado en estos últimos días, tienes que confiar que este año no termina mal, y que tus deseos bajo la perfecta voluntad de Dios serán cumplidos, no mires lo malo que te ha pasado en este año, mira lo bueno que Dios ha preparado para ti, vive creyendo que para Dios no hay nada imposible, que él es un Dios de nuevas oportunidades, que estás en el momento justo para reconocer si quizás no has caminado correctamente en su voluntad, empezar un nuevo año alineado al Señor.
Este es el momento de estar unidos, de ser agradecidos, de ir al necesitado y darle una palabra, un regalo, porque tu no sabes que persona necesita de ti una palabra de consuelo en esta época. Tu vida de hoy en adelante no va ser la misma, si invitas a Jesús a que te trasforme, porque el único que puede cambiar y transformar vidas es Jesús, no hay circunstancia que él no pueda cambiar, porque Dios lo ha prometido para ti.
