Efesios 6:10 – 18 (RVR)
1. Engaño
2. Maldad
3. Traición
4. Oposición
A través de la sangre de Jesús es que pisoteamos al diablo, no es con nuestros pies, es por la sangre de Jesús y por la palabra del testimonio, el poder está en la sangre.
La Biblia dice que tenemos que tener la armadura de Dios, la gente se pregunta cómo aplica el poder de la sangre. Todo lo que Pablo dice en el verso es aplicable, por eso el verso dice fortaleceos en el Señor, Dios no te pide que seas fuerte sino que Él sea tu fuerza.
Cuando llevas un nivel de comunión con Dios, el resultado de la intimidad es que Él reconforta tu alma, sin importar las batallas y las cargas. La armadura de Dios se usa diariamente, por eso dice vestíos, quiere decir que es algo que se hace siempre. Algunos no se visten de la armadura, no saben cómo usarla y son susceptibles a las caídas por las asechanzas del diablo.
Dios preparó para cada uno una armadura, nadie sabe cuándo el diablo va a atacar, por eso la armadura debe ser colocada diaria. Las malas noticias nunca avisan, por eso tenemos que usar la armadura de Dios, para estar preparados, recuerda que el diablo anda como león rugiente buscando a quién devorar.
Nosotros no tenemos lucha contra las personas, sino contra los poderes demoniacos, por eso dice tomad toda la armadura, porque a nosotros nos gusta la espada, pero ¿quién va a una guerra con una espada y sin zapatos, sin chaleco antibalas o sin casco?.
Muchos usan la Palabra, pero no usan el yelmo de la salvación, no usan los lomos ceñidos con la verdad, ni la coraza de justicia. ¿Cómo tú puedes usar la espada si te dieron duro en la cabeza?, ¿si te dieron duro al corazón?. Por eso tenemos que vestirnos a diario con la armadura, lo que ataca el diablo son las emociones, debes usar las armas de defensa. A todo el mundo le pasa un día malo, no es si te pasa, es cuando te pase. Si sabes eso, ¿por qué no te vistes todos los días con la armadura de Dios?.
Ataques personales a tu vida, un cáncer, una acusación falsa, pero siempre después de los días malos viene una conquista, el problema es que la gente se pone a celebrar las conquistas y no se prepara para el día malo. Usted tiene que usar a diario la armadura de Dios, usted no puede salir de la casa sin eso. Los tiempos de conquista son tiempos de intercesión, no tan solo de celebración, celebra pero ve a buscar a Dios.
Usted puede orar todo lo que quiera, pero ¿de qué te sirve si sigues pecando y atado?.
Efesios 6:17 – 18 (RVR)
El pensamiento del verso 17 no ha terminado, sigue en el 18, quiere decir que si no estamos bien vestidos con
la armadura de Dios no podemos orar, no es orar primero y después vestirnos, es vestirnos primero de la
armadura para poder después orar. Usted ora en pijamas y el diablo lo acaba. Después que uno se viste con la armadura uno puede orar por todo el mundo.
El blanco predilecto del adversario son las emociones, por eso en las manos del Señor están protegidas las emociones. Por eso viene un ataque y si no estás cubierto te vienes abajo.
1. La verdad:
Es su Palabra revelada a nuestra vida, la que nos dio la salvación, solo existe una verdad, toda persona entrará en un juicio si tuerce la verdad, la verdad es sagrada.
Pablo describía los elementos de un soldado romano, el cinturón de cuero era llamado balteus, eran estrechos y decorados con bronce alrededor, incluía 5 tiras de cuero en la parte delantera. Este cinturón era usado para que el soldado sujetara la espada y un pequeño escudo, también sostenía todas las partes de la armadura, reposaban y encajaban.
También se utilizaba para mostrar los premios que habían ganado en las batallas. La verdad mantiene juntas todas las demás piezas, la Palabra de Dios, tu fe y tu esperanza están cimentadas y arraigadas en la verdad. Los luchadores de pesas se ponen un cinturón bien grande, porque entre más grande más peso levantan. La fuerza está en el centro, entre más palabras tengas, entre más palabras conozcas y revelación tengas, más fuerza vas a tener.
Tienes que ceñir tus lomos con la verdad, porque si no es así cuando venga la tormenta o el ataque, todo se te viene abajo durante una batalla espiritual, porque no conoces la Palabra. En medio oriente les enseñan a armar un fusil con los ojos cerrados, pero usted inicia un ataque y pide que le traigan la predica, ya perdió. Si usted no se impregna de la palabra diariamente ya perdió, ya el diablo le ganó, pero cuando tienes los lomos ceñidos con la
verdad viene un ataque y ya sabes cómo vas a hacer.
Josué 1:8
Salmos 1:1
2. La coraza:
Es del griego thorax y significa el protector del corazón. Estaba formada por pequeñas placas de metal atadas de una manera similar, esas tiras individuales no eran rígidas, ayudaban a dar flexibilidad. Fue diseñada para proteger el órgano vital, los pulmones y el corazón.
Por eso es la coraza de justicia, es la cualidad de ser justo ante los ojos de Dios, es impartida al corazón y al espíritu, debe ser protegida de las mentiras y los engaños del enemigo. Generalmente lo que más ataca el diablo es tu conciencia de pecado, de culpabilidad y vergüenza.
Si usted no sabe qué es la justicia de Dios va a vivir como un mendigo. Justificados pues para con Dios tenemos paz para con Cristo. Cuando se quita la justicia de nosotros quedamos como un mendigo, pero resulta que estás sentado a la diestra del Padre, en lugares celestiales en Cristo Jesús.
Tú no estás en la puerta, estás sentado a la diestra del Padre, todo lo que Dios le dio a Jesús te lo dio a ti. Somos herederos en Dios y coherederos con Cristo, todo lo que Jesús tiene lo tienes tú, si eso es verdad, ¿por qué no reinas como Jesús?, ¿porqué tienes tantos líos que Jesús no tiene?. Lo que el diablo viene a atacar es su justicia, todos
tenemos batallas contra el alma, pasiones contra el alma, pero eso no quiere decir que no estamos sentados en lugares celestiales. Nosotros no vencemos al diablo desde la perspectiva de la lucha sino desde la perspectiva de la victoria.
Lo que nos pasa aquí es terrenal, la fe hace que la justicia de Dios se manifieste. No somos pecadores salvados por gracia, somos santos por Su Sangre, que a veces pecamos, si no fuésemos santos, entonces la Sangre no hubiese
cumplido su objetivo.
Todos éramos pecadores, pero ahora somos los hijos del Rey, es por eso que la gente no tolera, lo que no han entendido es que nosotros no nos convertimos al Cristianismo, nadie nos prohibió nada, nosotros no nos convertimos, nacimos de nuevo, esa misma naturaleza se manifestó.
Cuando tú tienes a Cristo en ti lo tienes todo. El diablo viene a atacar tu autoestima en la justicia. Tu lucha no es contra carne ni sangre sino contra huestes espirituales de maldad, nunca pelees con nadie, no permitas que nadie te lleve al nivel donde hace años tú te graduaste. El enemigo todavía te pelea y te lucha no porque tú eres débil, sino porque eres fuerte, si no fuese así no te atacaría.
Todo lo puedes en Cristo que te fortalece, mayor es el que está en ti que el que está en el mundo. Lo que más amarga al amargado es no lograr amargar a los demás, lo mejor que puedes hacer es ser feliz. Por eso nos odian, nos envidian, el envidioso siempre te mira de arriba abajo, buscando un defecto, generalmente es un familiar, si lo encuentra lo comenta y si no lo encuentra se lo inventa.
Tus amigos no necesitan una explicación, los enemigos no van a entender ni creer, la gente siempre piensa lo que les conviene. Te manipulan con el cuento del amor, te incitan y cuando se te sale la carne dicen que el verdadero amor perdona, pero en realidad el verdadero amor nunca traiciona.
Siempre te quieren condenar, en la vida no pierde el que es traicionado, sino el que no valoró un gran amor
que tenía a su lado. Haz de la crítica tu factor motivador, todo lo que te digan que no podías hacer prepárate para hacerlo. Los mediocres miran o consideran un insulto el éxito o los logros que tengas en la vida, tu posición o logro, el problema es que los mediocres son más que los excelentes, por eso se dan el lujo de perseguir, te comienzan a condenar y calumniar, condenan a aquellos a quienes Dios quiso poner por cabeza y no por cola, pero déjalos.
Una de las cosas que el apóstol Pablo dijo en gálatas de las obras de la carne fueron el adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, hechicería. ¿Cómo un cristiano practica la hechicería? cuando un Cristiano le desea mal a otro, no solo le desea mal sino que influencia a otros para que lo odien.
Cuando tu influencias a otro a odiar a alguien es un acto de hechicería, se manifiesta también en el adulterio, generalmente cuando el marido es adúltero, la querida se pone de acuerdo con el marido para que le vaya mal a la mujer y a sus hijos. Sabiendo toda la porquería del mundo, ¿cómo te atreves a salir sin la coraza de la justicia?, la gente sale afanada sin orar ni protección alguna, el diablo te come vivo, no salgas descubierto sin la armadura de Dios.
3. El calzado:
Los creyentes debemos estar preparados para llevar el Evangelio de la paz, tienes que tener la disposición de hablar de Jesús siempre, así sea que te conviertas en el religioso, en el sapo, el metido, así sea que todo el mundo te persiga, usted hable de Jesús. Motive con sus palabras, hable bendición no maldición, tenga una palabra fresca, no regañe ni hable con dureza, no entre en discusiones fuertes.
Use el lenguaje positivo, que sus palabras llenen el vacío, los labios del justo apacientan.
4. El escudo de la fe:
Había dos tipos de escudo, uno redondo pequeño, llamado aspis, había otro más grande en los conflictos de batalla cuerpo a cuerpo, parece una puerta. Cuando todos podemos nuestros escudos a orar, el diablo no te puede tocar, tu escudo no solo te protege a ti sino al que está al lado, es el poder la unidad.
Nadie puede vencer a un grupo de personas avanzando con los escudos. Cuando Cristo fue tentado en el desierto por 40 días citó 3 pasajes para reprender a satanás. Los escudos tienen una parte de cuero, cuando lo humedecían en agua y la flecha insertaba en el escudo, la humedad apagaba el dardo de fuego.
Cuando usted está sumergido en el agua del Espíritu todo dardo de fuego se apaga, ojo con los escudos secos, usted tiene que mojar ese escudo de su Presencia. Toda prueba que viene contra ti es contra tu fe, por eso fe sin Presencia es desierto, la fe debe estar acompañada de la Presencia del Señor.
5. El yelmo de la salvación
Protege la cabeza, es la cobertura ante un ataque mental.
El enemigo sabe que la mente es un blanco vulnerable, si él logra captar tus pensamientos le será muy fácil dominar tu voluntad, sin que te des cuenta, porque no estás protegido.
Hay 5 ataques mentales del enemigo:
a. El miedo
b. La carne, te levantas con un deseo de pecar
c. La ira repentina
d. La presión mental de la opresión
e. La condenación del pecado.
Por eso debes usar el yelmo de la salvación, la cual comienza con arrepentimiento, todo pensamiento debe ser cautivo a la obediencia de Cristo, para que reaccionen a la Palabra de Dios.
El yelmo tenía en las mejillas protectores porque se requiere movimiento de las mandíbulas para producir palabras que protegen los pensamientos. Sus mandíbulas tienen que estar cargadas con la Palabra de Dios. Usted debe procurar que cuando hable mal se le trabe el yelmo, las confesiones mal habidas se convierten en pensamientos, usted se lanza flechas a sí mismo.
6. La espada del Espíritu
La principal diferencia entre una espada y la otra es la Escritura cuando es avivada. La Palabra de Dios es Rhema, avivada en el lugar santísimo la que Dios te da.
Muchos piensan que tienen la espada del Espíritu, pero no se les ha revelado, no tuvo un Rhema, muchos por tener arroz seco no saben sacar la espada bien.
Jesús respondió: escrito está, no solo de pan vivirá el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios, lo dijo porque estuvo 40 días ayunando. Sin intimidad con Dios no tienes la espada, es necesaria la intimidad.