1. El perdón es una decisión.
2. El perdón es una llave maestra.
Mateo 6: 5 – 15 “Cuando oren no sean como los hipócritas…Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”
- Honra
- fe (pan nuestro de cada día)
- Protección
Mateo 5: 23 – 24 “ Deja tu ofrenda delante del altar. Reconcíliate con tu hermano primero”
Ninguna oración u ofrenda si antes no hay perdón en tu corazón. Jamás Dios te va a dar algo que no estemos en capacidad de hacer. La falta de perdón es como tomar un veneno y creer que es esa persona quien sufrirá el daño. El perdón y el amor son atributos de Cristo y estos van de la mano.
Hebreos 12: 15 “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados”
La gracia de Dios es abundante pero no debemos abusar de ella.
*Amargura (Griego, Pilκria) = Punzada o veneno
Salmos 73: 21 “Se llenó de amargura mi alma, y en mi corazón sentía punzadas”
El problema es que le ponemos mucha atención a las raíces de amargura que hay en nuestro corazón.
Debemos cerrar los ciclos del pasado, que impiden que tengas la paz que Dios quiere que tengas. No hay una herida que saque un hombre que sane otro hombre, el único que puede hacerlo es Dios.
Efesios 4: 31 “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia”
Maldad es cuando llega el pecado y viene la venganza. El perdón sana y trae prosperidad a tu vida, alegra el espíritu, nos ayuda a ver las posibilidades que el mundo nos ofrece. La única razón por la cual no perdonas es por el orgullo que hay en tu corazón.
El orgullo:
- No pide perdón
- No se humilla
- No reconoce la equivocación
¿Cómo sacar la amargura?
- Sacar el clavo
- Recocer que tiene una raíz de amargura
- Pedir perdón a Dios
- Pedir perdón a quien ofendiste
No necesitas consejo de hombre, necesitas estar todos los días buscando la presencia de Dios para que las raíces de amargura salgan de tu vida y no vuelvan más. Con la decisión de ser llenado del santo espíritu de Dios la amargura no va a poder entrar, no importa el tamaño de la ofensa. Es el tiempo de recibir el propósito de Dios.