Pero también si una puerta no se cuida podría venir el enemigo a tratar de robar lo que el Señor te ha dado. Debemos cerrar capítulos en nuestra vida que no ameritan ser abiertas para nada más.
Si quieres que las puertas de Dios permanezcan bien, tu debes cerrar algunas puertas. Debemos asumir nuevos retos, los días más normales se deben convertir en los más extraordinarios debido a tu fe. Hay puertas que no agradan a Dios.
Marcos 2:11 “Entró Jesús en capernaum… Historia del paralítico”
El paralítico es el personaje que tenía un problema, necesitaba ayuda para muchas cosas. Quizás el hecho de depender de alguien lo hacía sentir menospreciado, frustrado, y desanimado. Pero tenía un grupo de amigos que unieron a su fe para que cuando Jesús enseñará él estuviera allí.
Aspectos a resaltar en el pasaje del paralítico:
1. En lo natural hay obstáculos que te impiden alcanzar a Jesús como duda, temor e incredulidad.
2. Fe, perseverancia y diligencia de los amigos del paralítico. Los cuatro amigos hicieron cosas inusuales para llevar al paralítico a los pies de Jesús.
3. La fe llama la atención de Dios. Dios habla cuando oye nuestra fe. El que verdaderamente cree, actúa.
4. Tus pecados te son perdonados. Lo que quiere decir es, muchas veces lo más importante para nosotros no es la prioridad de Dios para nuestras vidas. Quizás nuestro milagro no ha llegado por que no sabemos priorizar.
El problema más urgente de este hombre paralítico era su pecado y no su parálisis. Dios no sólo ve los pecados grandes, sino también ve las raíz de nuestras equivocaciones. Todo pecado se gesta en la mente, y luego llega a nuestro corazón. La queja, culpa, crítica, rebeldía, altivez, celos, envidia son pecados que no necesitas caminar para mortrarlos a la gente.
El Señor al paralítico no le dio lo que él quería sino lo que necesitaba en orden de prioridades. No era la sanidad de su cuerpo sino la de su alma. Muchas veces nosotros cometemos actos que aparentemente no son trascendentes para un pecado. Debes identificar tus debilidades o actos pecaminosos para ser perdonados por Dios. El mismo Dios que sana, es el mismo que satisface nuestras necesidades, nos prospera y aún hace realidad los deseos de nuestro corazón.
En ocasiones queremos llamar la atención de Dios a través de la conmiseración, pero estamos equivocados por que fe mueve la mano de Dios.
No importa tu falla, Dios es un Dios de oportunidades. Cada puerta que se abra va a ser una oportunidad para demostrarte su amor.
Dios siempre quiere darte mucho más de lo que esperas. El paralítico solo buscaba su sanidad pero Dios siempre tiene preparado un combo, la sanidad física del paralítico era efímera o corta, pero el perdón de pecados es eterno.
Efesios 3:20 “Y aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros”
Ningún problema que tenemos se puede comparar Con Dios y la sanidad de nuestro pecado. Tus problemas son temporales pero tu pecado tiene consecuencias eternas.
Si queremos ver las puertas abiertas en este nuevo año, debemos cerrar las puertas del pecado del 2018.
El pueblo necesita sanar el alma (emociones, sentimientos, debilidades) y sacar a la luz todo lo que necesite.