La paz es un activo de los hijos de Dios, es un tesoro, es una sustancia, no es un pensamiento, emoción o estado de ánimo, sino tan real, positiva y poderosa como la sangre que corre por tus venas, es una sustancia y si a tu salida oyes a alguien hablando negativamente y con temor, dile que si te permitiría bendecirlo con Paz y te aseguro que la mayoría te dirá que sí, solo pocos te rechazarán y con respeto vas a poner tu mano sobre esa persona y le impartirás paz.
El pan es la bendición de los hijos y no un premio, nuestro buen Padre nunca nos manda a dormir con el estómago vacío.
“Ríos de Vida es una iglesia llena de gente que ha resuelto el dolor y el rechazo que abraza, recibe y acepta a los demás”.
La atmósfera de la presencia te lleva a estar en un ambiente profético y ahí puedes escuchar la Palabra y redescubrir tu propósito, y volviendo a escuchar se destapan nuestros oídos y redescubrimos, nos reconectamos con Dios. Queremos ser un pueblo con ojos y oídos abiertos, que escuchamos la voz de Dios que nos mantiene motivados. Cuando hay una desconexión que puede interrumpir la conexión espiritual y física, la Biblia dice es mejor ser dos que uno.
Eclesiastés 4:10 (NTV)
“Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas”.
Mantengamos esa conexión porque eso nos mantiene conectados a Él.