Nosotros vivimos por fe y todos estamos necesitando algo de tranquilidad y paz.
Ahora, para que la suposición exista necesariamente tiene que haber un pensamiento en primera instancia. Nosotros tomamos la decisión de permitir que los pensamientos lleguen a nuestra mente, del tipo que sean. Pero igualmente nosotros tomamos la decisión de suponer lo bueno o de suponer lo malo.
Cuando el pensamiento llega a tu mente, si tú no haces más nada tampoco pasa nada. Pero el pensamiento sumado a una suposición mala, trae consigo cosas a ti vida como raíces de duda, amargura, tristeza, impotencia o frustración. Pensamientos sumados a una suposición mala y al hablar traen realidades.
Proverbios 18:21 (RVR)
“La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
El peor enemigo de una suposición es la confesión, porque el poder de la vida y de la muerte están en tu boca. Ni tu peor enemigo puede hacerte tanto daño como tus propios pensamientos. Nosotros mismos somos los que tomamos las decisiones de hacernos daños a través de los malos pensamientos y las suposiciones negativas. Y eso es lo que el enemigo quiere: Distraerte poniéndote a pensar cosas negativas para desestabilizarte y hacerte tomar decisiones equívocas que no agradan al Señor.
Las suposiciones no son ni buenas ni malas, nosotros somos los que decidimos suponer algo que sea para bien o para mal. Suponer implica hacer conjeturas, imaginarse con base a indicios que tenemos y usamos para hacer conclusiones no acertadas. El peligro más grande es convertir una suposición en un hecho.
Lo que nos produce temor es lo que más nos influencia en nuestra vida, incluso para tomar decisiones. Un factor que crea muchos impedimentos para las personas que quieren cumplir las metas que desean, son las suposiciones. Una persona que supone ve intenciones negativas donde no las hay, da realidad a algo falso y cree que todo lo que piensa es lo que los demás piensan.
Tendemos a hacer suposiciones sobre todo lo que nos rodea, sobre lo que los demás hacen, dicen, sienten o piensan y luego nos tomamos las cosas como si fueran personales.
¿A quién acudes tú cuando necesitas ayuda? Mucho cuidado con esto porque si te juntas con alguien más que también supone mal de todo lo que le rodea, tu suposición junto a la de él, ella o ellos se convertirá en un chisme.
1Crónicas 14:8-17 (NTV)
“Cuando los filisteos se enteraron de que David había sido ungido rey de todo Israel, movilizaron todas sus fuerzas para capturarlo; pero le avisaron a David que venían, así que salió a su encuentro. 9Los filisteos llegaron y realizaron una incursión en el valle de Refaim. 10Entonces David le preguntó a Dios: —¿Debo salir a pelear contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos? El Señor le contestó: —Sí, adelante. Te los entregaré.
11Entonces David y sus tropas subieron a Baal-perazim y allí derrotó a los filisteos. «¡Dios lo hizo! —exclamó David—. ¡Me utilizó para irrumpir en medio de mis enemigos como una violenta inundación!». Así que llamó a ese lugar Baal-perazim (que significa «el Señor que irrumpe»). 12Los filisteos abandonaron sus dioses allí, así que David dio órdenes de que fueran quemados.
13Poco tiempo después, los filisteos volvieron y de nuevo hicieron una incursión en el valle. 14Una vez más David le preguntó a Dios qué debía hacer. «No los ataques de frente —le contestó Dios—. En cambio, rodéalos y, cerca de los álamos, atácalos por la retaguardia. 15Cuando oigas un sonido como de pies que marchan en las copas de los álamos, ¡entonces sal a atacar! Esa será la señal de que Dios va delante de ti para herir de muerte al ejército filisteo». 16Entonces David hizo lo que Dios le ordenó e hirió de muerte al ejército filisteo desde Gabaón hasta Gezer. 17Así la fama de David se extendió por todas partes, y el Señor hizo que todas las naciones tuvieran temor de David”.
La primera persona a la que debes contarle todos tus asuntos es a Dios, así como lo hizo David. ¿Cada cuánto tú vas a donde el Señor a buscar una directriz de parte de Él, a través de Su Palabra?
Los sí de Dios tienen 3 características:
- Te traen paz siempre.
- Suman y multiplican.
- No restan ni dividen.
Dios quiere que vayas a Su Presencia y que obtengas allí la paz para tomar las decisiones en tu vida, basadas siempre en la Palabra de Dios.
Jeremías 33:3 (NVI)
“Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”.
No dependas de las suposiciones, cuando debas tomar una decisión búscale en oración y en Su Palabra. Nunca estarás exento de buscar a Dios, presentante delante de Él siempre y no decidas jamás por ti mismo. Ve a Él y pregúntale cuáles son Sus planes y deseos para ti.
La persona que supone generalmente termina creyendo aquel hecho creado por sí mismo, se auto engaña. Las suposiciones son un gran problema para las personas, no hay nada más grande que perjudique más a los seres humanos que sus pensamientos.
Mateo 15:10-11 (NVI)
“Jesús llamó a la multitud y dijo: —Escuchen y entiendan. 11 Lo que contamina a una persona no es lo que entra en la boca, sino lo que sale de ella”.
Cuando vayas a hablar algo, cerciórate de que sean palabras de bendición y edificación para ti y los que te rodean.
Filipenses 4:6-7 (NVI)
“No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús”.
¿Qué es lo que te ayuda a guardar tu corazón? ¿Qué te ayuda a cuidar tu corazón? Solo la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento te ayuda a mantener tu corazón puro.
La suposición es el combustible que el diablo usa para crear malos pensamientos en tu mente. El diablo es muy astuto para traer sentimientos y síntomas para hacerte creer que lo que suponías está pasando y robarte la paz. Piensa en los sentimientos que generan buenas suposiciones, piensa lo que produce el amor de Dios, la fe, la esperanza en tu vida. Tienes que suponer todas las cosas que te traigan paz y que te hagan aumentar tu fe.
La fe es como un paraguas: No puede detener la lluvia pero nos cubre y nos protege en medio de la tormenta. Y la fe no nos quita los momentos difíciles pero nos da la paz y las fuerzas necesaria para salir adelante, aun con la tormenta más grande que pueda haber.
Jeremías 29:11 (NVI)
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”.
Dios nos pide que pensemos en todo aquello que nos produzca el bienestar que Él mismo tiene planeado darnos hoy y siempre.
Juan 11:3-(…) (NVI)
3 Las dos hermanas mandaron a decirle a Jesús: «Señor, tu amigo querido está enfermo». 4Cuando Jesús oyó esto, dijo: «Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que es para la gloria de Dios, para que por ella el Hijo de Dios sea glorificado».
6A pesar de eso, cuando oyó que Lázaro estaba enfermo, se quedó dos días más donde se encontraba. 11Dicho esto, añadió: —Nuestro amigo Lázaro duerme, pero voy a despertarlo. 18 Betania estaba cerca de Jerusalén, como a tres kilómetros de distancia, 21—Señor —le dijo Marta a Jesús—, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. 22 Pero yo sé que aun ahora Dios te dará todo lo que le pidas.
37Pero algunos de ellos comentaban: —Este, que le abrió los ojos al ciego, ¿no podría haber impedido que Lázaro muriera? 39 —Quiten la piedra —ordenó Jesús. Marta, la hermana del difunto, objetó: —Señor, ya debe oler mal, pues lleva cuatro días allí. 42 Ya sabía yo que siempre me escuchas, pero lo dije por la gente que está aquí presente, para que crean que tú me enviaste.
Esta es una escena en la que vemos cómo las suposiciones y los malos pensamientos no nos llevan a nada bueno; vemos a Martha y alguno de los discípulos de Jesús suponiendo cosas malas, como si Jesús no tuviera control de la situación, cuando Él ya tenía todo previsto para que darle a Dios toda la gloria por medio de la resurrección de Lázaro.
El Señor te dice hoy: Si tienes los sueños dormidos, es tiempo que los despiertes porque Él va a cumplir tus sueños. Y si tienes sueños que están muertos, Él te dice: No solo vengo a sanar tu herida, sino a resucitar esos sueños que han estado muertos. ¡No supongas! La suposición te desestabiliza y te lleva a vivir una vida que no te conduce a la felicidad que Dios quiere que vivas.